Seguramente, por muy arraigados que los primeros conversos al puritanismo tuvieran sus principios y por mucho valor que les dieran, no podemos decir que muchos de ellos hayan llegado hasta nuestros días. En Inglaterra, origen de esta religión, se fue apagando poco a poco la fe de todos sus devotos; y en Norteamérica, donde arraigó de manera bastante intensa y en su forma más extrema, acabó diluyéndose en varios cultos, de los cuales el más conocido es la iglesia presbiteriana, que es una de las más seguidas en el país. Parece ser que esta rama del protestantismo europeo no acabo de cuajar ni por supuesto en los viejos cristianos, pero tampoco en los nuevos.
La verdad, la imagen de los puritanos como devotos de una fe que ha llegado a nuestros días no es muy amable que digamos. En su haber tienen ciertas leyendas negras, la más conocida entre todas la de los acontecimientos que sucedieron en Salem, donde se ajustició a gran cantidad de mujeres acusadas de brujería, y que alimentó la creencia de su existencia durante muchos años después; casi se puede decir que es la causa de que se creyera en ellas hasta hace poco tiempo, también ayudado por cierta época de oscurantismo que pareció volver a finales del siglo XIX y principios del XX. No es que crea que esta religión acabó muriendo por esta causa, pero bueno, en realidad hubo mucha gente que dejó de sentirse atraída hacia ella al no estar de acuerdo con su forma de vida ni con sus preceptos que obligaban a seguirla de alguna manera, aunque los tiempos y la sociedad fueran cambiando; en resumen, que no fue capaz de adaptarse al paso del tiempo ni a sus variaciones.
En realidad, lo que ha llegado hasta nuestros días es el aspecto un poco peyorativo de la palabra puritanas (ya sabes, como la famosa web porno) que así en un primer momento no suele ser muy amable para las féminas a las que se las aplica, sobre todo si estamos hablando de llevártelas a la cama y tener sexo con ellas. Como resultado de las férreas normas morales en las que se basaba el puritanismo, ahora se llama puritanas a todas aquellas que son cerradas de mente, que no aceptan fácilmente la opinión de los demás si difiere de las suyas, y que tienen una visión muy tradicional sobre el sexo. Vamos, que podríamos estar hablando de mujeres testarudas, cerradas y estrechas a la hora de follar, diciéndolo pronto y mal. Puede que te parezca que esto está anticuado y que no es lo normal encontrar chicas así en estos días, pero como te explicaba en el primer post de este blog, algunos aspectos del puritanismo están volviendo como respuesta al excesivo libertinaje que se vive en este momento, así que cada vez es más fácil encontrarte con tías así (lo del libertinaje no es una opinión propia, sino un dato objetivo, eso merecería otra discusión aparte, jeje).
Puede ser que si te mola ver porno online, no creas lo que te estoy diciendo, y digas que abundan las jovencitas cachondas y que se mueren por catar miembros viriles cuando más grandes y duros mejor; esto en lo que respecta a las profesionales, pero si nos vamos a las amateurs, no faltan los videos de webcams porno ni los canales de cibersexo y ciberporno gratis, donde la mayoría de las protagonistas son también chicas jóvenes, aunque no faltan también maduritas, maduras y hasta abuelas… Bueno, como digo, es cuestión de estar atentos y fijarse en las señales, porque la razón de estar ahí enseñando carne y teniendo sexo en público no tiene por qué ser precisamente que les guste, sino cualquier otra que claramente no van a admitir. Pero lo más importante es fijarte en las mujeres que tienes alrededor, o peor, en las que les echas el ojo con intenciones sexuales: a ver si te vas a llevar la sorpresa de tu vida y te vas a quedar a dos velas.